Gato encerrado

En Agosto del 2006 me fuí con mi mujer y mi hija pequeña a un pueblecito muy bonito de la Alpujarra, llamado Rubite, a casa de nuestros amigos Juanjo y Rosa, a pasar unos días fresquitos y a disfrutar de lo sano que es aquello. Una mañana, dando una vuelta por el pueblo, oí al pasar por una casa vieja, como maullaba un gato, y empecé a bichear hasta que miré por la cerradura de la puerta a ver que había dentro, y allí estaba el gatito sólo y muy triste. Me dieron ganas de llevármelo para que no estuviera solo, pero la puerta estaba cerrada.